Wednesday, February 07, 2007
Investidura de Derecho Universidad de Deusto 3-2-2007
Zorionak felicidades. Bide luze baten ondoren hemen gaude zeuen poza ospatzen, hemen gaude zeuen bizitzengatik eskerrak emateko eta heme gaude zeuen alde eskatzeko. Zuzenbideko lizentziatura lortu duzue eta orain etorkizunaren erronkaren aurrean kokatzen zarete. Atzean, pozak eta tristurak, lagunak eta liburuak, irakasleak eta klaseak geratzen dira, baina garrantzitsuena zeuengan eman da, zeuen barnean helduago eta jakintsuago egin zarete. Guzti horrengatik Zorionak berriro.
La primera lectura nos habla de la sabiduría, aquello a lo que muchos tratamos de alcanzar por medio del estudio, por medio de la reflexión,... Pero la sabiduría es algo más, es algo que es muy difícil de encerrar. Es algo que el autor prefiere al poder y al dinero. De hecho es el lema de esta universidad: SAPIENTIA MELIOR AURO > La sabiduría mejor que el dinero. Pero ¿por qué?
Sospecho que en nuestra sociedad hay varios niveles de sabiduría, de hecho estamos hablando de la sociedad de la información; una sociedad en que el conocimiento tiene un valor económico importante: el precio de las patentes, el precio del software, el precio de un buen consejo de un buen abogado se pagan muy caros en el mercado. ¿Es esa la sabiduría a la que queréis llegar? Tal vez sí, y a través de ella seguiremos construyendo una sociedad injusta en la que el débil siga siendo débil y excluido del concurso social, tal y como ahora ocurre con la mayor parte de la humanidad. Donde una patente, como por ejemplo el de las medicinas para el SIDA está blindada por las grandes farmacéuticas para seguir ganando más y más dinero.
El conocimiento implica responsabilidad, responsabilidad hacia la materia que se conoce, responsabilidad hacia uno mismo, y por supuesto una responsabilidad social del uso que se hace con ese conocimiento. Cada uno de vosotros y vosotras ahora sois depositarios de un conocimiento importante reconocido por un papel que el título. Ahora, cuando os entreguen la beca y cuando recojáis el título de licenciados tenéis una responsabilidad de la que ocuparos; parte de vuestra preocupación será laboral; especializaros en un ámbito en el que sea competente, ampliar mi formación, entrar ya a trabajar en un despacho, ganar experiencia profesional,... Y desde luego es una responsabilidad en la que tenéis que poner todo vuestro empeño; pero no os olvidéis de los pequeños de este mundo, no os olvidéis del mundo que con vuestro trabajo, con vuestro conocimiento iréis construyendo.
Un mundo en el que la justicia sea posible, un mundo en el que no haya excluidos, un mundo en el que los valores de la solidaridad y de la paz sean los que rijan nuestra convivencia. Es un mundo que aún está necesita seguir construyéndose y que con las herramientas del conocimiento que habéis ido adquiriendo lo pueden hacer más plausible, como jueces que imparten justicia, como abogados de los débiles, y sobre todo como personas que buscan la justicia.
Pero para ello se requiere un modo de ser, un modo de estar en el mundo muy determinado. Jesús en el Evangelio nos dice, no llaméis a nadie Maestro, porque uno solo es vuestro Maestro. No se trata de un juego formal de títulos, sino de una actitud de vida, de un modo determinado de situarse en el mundo, el de Jesús, a quien por cierto le llamaban maestro. El Evangelio, sigue con una cita definitiva, que es la llamada al servicio, que le mayor de vosotros se convierta en el servidor de todos. Servidores, significa ponerse al servicio, no de otro reyezuelos y tiranos como pueden ser la imagen, el quedar bien, el buen nombre o el rey don dinero. Jesús nos llama ser servidores de los pequeños, de los últimos, de los olvidados y de los sin voz que siguen esperando la justicia.
Hoy es un bonito día para agradecer; para agradecer todo lo que hemos recibido; en especial hoy me gustaría acordarme de vuestros padres que tanto han hecho por vosotros para que lleguéis a ser personas de bien. No podemos olvidar a los compañeros y compañeras que también nos han ayudado hasta llegar aquí; y cómo no los profesores y profesoras que han tratado de enseñaros no sólo materia y letras; sino una sabiduría, un modo de abordar la vida desde el derecho.
Egun honetan eskerrak emango ditugu hainbat eta hainbat jasotako dohainengatik, bertan geure bizitza, geure itxaropenak ekarriko ditugu eta egian bihur daitezela.
La primera lectura nos habla de la sabiduría, aquello a lo que muchos tratamos de alcanzar por medio del estudio, por medio de la reflexión,... Pero la sabiduría es algo más, es algo que es muy difícil de encerrar. Es algo que el autor prefiere al poder y al dinero. De hecho es el lema de esta universidad: SAPIENTIA MELIOR AURO > La sabiduría mejor que el dinero. Pero ¿por qué?
Sospecho que en nuestra sociedad hay varios niveles de sabiduría, de hecho estamos hablando de la sociedad de la información; una sociedad en que el conocimiento tiene un valor económico importante: el precio de las patentes, el precio del software, el precio de un buen consejo de un buen abogado se pagan muy caros en el mercado. ¿Es esa la sabiduría a la que queréis llegar? Tal vez sí, y a través de ella seguiremos construyendo una sociedad injusta en la que el débil siga siendo débil y excluido del concurso social, tal y como ahora ocurre con la mayor parte de la humanidad. Donde una patente, como por ejemplo el de las medicinas para el SIDA está blindada por las grandes farmacéuticas para seguir ganando más y más dinero.
El conocimiento implica responsabilidad, responsabilidad hacia la materia que se conoce, responsabilidad hacia uno mismo, y por supuesto una responsabilidad social del uso que se hace con ese conocimiento. Cada uno de vosotros y vosotras ahora sois depositarios de un conocimiento importante reconocido por un papel que el título. Ahora, cuando os entreguen la beca y cuando recojáis el título de licenciados tenéis una responsabilidad de la que ocuparos; parte de vuestra preocupación será laboral; especializaros en un ámbito en el que sea competente, ampliar mi formación, entrar ya a trabajar en un despacho, ganar experiencia profesional,... Y desde luego es una responsabilidad en la que tenéis que poner todo vuestro empeño; pero no os olvidéis de los pequeños de este mundo, no os olvidéis del mundo que con vuestro trabajo, con vuestro conocimiento iréis construyendo.
Un mundo en el que la justicia sea posible, un mundo en el que no haya excluidos, un mundo en el que los valores de la solidaridad y de la paz sean los que rijan nuestra convivencia. Es un mundo que aún está necesita seguir construyéndose y que con las herramientas del conocimiento que habéis ido adquiriendo lo pueden hacer más plausible, como jueces que imparten justicia, como abogados de los débiles, y sobre todo como personas que buscan la justicia.
Pero para ello se requiere un modo de ser, un modo de estar en el mundo muy determinado. Jesús en el Evangelio nos dice, no llaméis a nadie Maestro, porque uno solo es vuestro Maestro. No se trata de un juego formal de títulos, sino de una actitud de vida, de un modo determinado de situarse en el mundo, el de Jesús, a quien por cierto le llamaban maestro. El Evangelio, sigue con una cita definitiva, que es la llamada al servicio, que le mayor de vosotros se convierta en el servidor de todos. Servidores, significa ponerse al servicio, no de otro reyezuelos y tiranos como pueden ser la imagen, el quedar bien, el buen nombre o el rey don dinero. Jesús nos llama ser servidores de los pequeños, de los últimos, de los olvidados y de los sin voz que siguen esperando la justicia.
Hoy es un bonito día para agradecer; para agradecer todo lo que hemos recibido; en especial hoy me gustaría acordarme de vuestros padres que tanto han hecho por vosotros para que lleguéis a ser personas de bien. No podemos olvidar a los compañeros y compañeras que también nos han ayudado hasta llegar aquí; y cómo no los profesores y profesoras que han tratado de enseñaros no sólo materia y letras; sino una sabiduría, un modo de abordar la vida desde el derecho.
Egun honetan eskerrak emango ditugu hainbat eta hainbat jasotako dohainengatik, bertan geure bizitza, geure itxaropenak ekarriko ditugu eta egian bihur daitezela.
